Realmente a veces la realidad supera la ficción… hace años, muchos años, en una tormentosa noche de enero de 1992, un barco naufragó en el Oceano Pacífico Oriental liberando su carga de patitos, tortugas y ranas de goma, comenzando una de las más increíbles aventuras que un juguete pueda llegar a soñar. Allí comenzó un viaje que llevó a una armada de 29.000 juguetes “made in China” a recorrer lugares como el Círculo Polar ártico, a sobrevivir a la peligrosa zona en la que el Titanic sucumbió, o a desembarcar en costas tan recónditas y paradisíacas como las de Indonesia, Hawai o Alaska. Y ahora, tras un viaje de 15 años con más de 17.000 millas recorridas (más de 27.300 km), están a punto de llegar a las costas inglesas.
Así que si un día de estos estás de crucero por el Atlántico, y bajo la luz de la luna ves un resplandor amarillo que se extiende a lo largo y ancho del mar no te preocupes, no estás ni soñando ni loco, se trata de Pato McRubber y su familia que están viendo mundo, probablemente más del que tú y yo llegaremos a ver jamás.