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Todo sobre la crisis

Ayer, a pesar de estar bastante cansado, me quedé a ver el programa “Todo sobre la crisis” de Buenafuente, con Leopoldo Abadía y Eduard Punset como invitados. El programa me pareció entretenido e interesante (con esta combinación de invitados era de esperar), aunque si alguien esperaba obtener una receta mágica para salir de la crisis, creo que se quedó con las ganas. Aún así, me quedé con algunos puntos que creo que fueron muy interesantes, y que relato a continuación:

  • La culpa de la crisis la tienen los bancos. Punto y pelota. Así de tajante fue el Sr. Abadía a la hora de buscar el causante de la crisis actual. Y si en EE.UU. la culpa la tuvieron las hipotecas NINJA, aquí ha pasado tres cuartos de lo mismo, pero con las inmobiliarias.
  • Si quieres un crédito ahora lo tienes crudo. Y no porque tus condiciones ahora sean peor que antes, sino porque los bancos ahora están ocupados en limpiar su mierda.
  • Si alguien te dice que sabe cuando acabará la crisis o te está engañando o es tonto (yo añadiría una tercera opción: quiere infundir confianza, ya que gran parte de la solución de esta crisis pasa por restablecer la confianza).

Esto en cuanto a la crisis en sí. En resumen, la crisis ha estado provocada por la mezcla de la codicia de los bancos y el estirar más el brazo que la manga de los ciudadanos en forma de créditos que luego en condiciones adversas han sido difícilmente asumibles.

De todas formas, no fue eso lo que me pareció más interesante. Lo más interesante viene ahora:

  • Hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, y ahora toca reajustar. En cierto momento se habló de “negociación de compromisos” (no recuerdo si fue el término exacto), es decir, habría que sentarse para pensar si realmente todas las cosas que queremos hacer están a nuestro alcance en el contexto de nuestra situación económica particular.
  • Tal como dijo Eduard Punset, avalado por diferentes estudios, una vez alcanzado el nivel de subsistencia la correlación entre felicidad y dinero es prácticamente inexistente. Es decir, una vez tenemos garantizados cama y comida la felicidad depende de otras cosas, no de la cantidad de dinero que tenemos en el banco.

¿Por qué me pareció interesante esto? En primer lugar, el primer punto va muy en la línea de lo que predica Vicens Castellano en su blog y en su programa ”Ajuste de cuentas”: tus gastos siempre se van a ajustar a tus ingresos, así que por mucho que pienses que ganando más vas a tener más dinero, estás muy equivocado; cuando ganes más gastarás más. Por eso el primer paso para tener más dinero y vivir mejor no es ganar más, sino gastar menos. Parece una perogrullada pero no lo es: gastar menos quiere decir ser conscientes del gasto, planificarlo, estructurarlo y reducirlo en lo posible. Es un cambio de actitud, una mentalidad diferente, que va totalmente en contra de lo que hemos estado viviendo estos años, con créditos baratos y altos índices de endeudamiento de las familias.

El segundo punto me pareció aún más interesante, porque parece que nos empeñamos en engañarnos a nosotros mismos, y en fijar nuestra felicidad en tener más dinero para poder obtener más cosas. Siempre envidiamos a los que tienen más dinero (de hecho, el comentario de Eduard Punset surgió a raíz de una pregunta envidiosa) pensando que tienen la felicidad, y sin embargo parece que somos incapaces de conseguir la felicidad, tengamos el dinero que tengamos.

En realidad no creo que se trate de que seamos incapaces de obtener la felicidad. Simplemente creo que se trata de que desgraciadamente la raza humana tiene el extraño don de olvidar que es feliz. Simplemente olvidamos lo que tenemos, las pequeñas y grandes cosas que tenemos a nuestro alrededor y que hacen que merezca la pena vivir, y en lugar de eso nos sentimos desgraciados por las cosas que no tenemos a nuestro alcance o que creemos que nos gustaría tener.

¿Por qué somos así? La verdad es que no lo sé, pero cada vez tengo más la sensación de que la solución a esta crisis, y a todas las crisis, está dentro de nosotros mismos, de nuestra capacidad para aceptar la situación, sea buena o mala, de adaptarnos a ella y de buscar nuestro camino en lugar de lamentarnos por la pérdida. Como dijo Eduard Punset, la única forma de ser feliz es desarrollar tus cualidades y tu vocación, disfrutando de ellas, disfrutando de la vida, y olvidarse del dinero, que vendrá o no vendrá, pero que nunca nos dará la felicidad.