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Gracias Barça por hacerme sentir vergüenza de ser de este Madrid

La verdad es que no sé por qué soy del Madrid. Ser de un equipo es de esas cosas que se pierden en la niñez, que forman parte de ti de forma inconsciente, y que no puedes cambiar por alguna razón oculta que ni siquiera entiendes.

Sin embargo eso no impide que te puedas sentir más o menos identificado u orgulloso de un determinado momento por el que pasa “tu” equipo. Y desgraciadamente en estos momentos no me siento nada identificado con este Madrid, más bien al contrario. Para mí el deporte ha de ser un enfrentamiento limpio, en el que dos contrincantes miden sus fuerzas de forma honesta y respetuosa, y donde más que el ganar o perder importa el haberte esforzado hasta el límite de tus posibilidades. Además hoy en día, debido a la repercusión mediática que tiene algunos deportes, los deportistas han de ser conscientes de que muchas veces se convierten involuntariamente en ídolos o modelos a seguir por niños y jóvenes.

Teniendo esto en cuenta, me siento avergonzado cuando digo que soy del Madrid. De este Madrid de golpe de talonario y de colección de estampitas. De este Madrid del todo vale con tal de ganar, de la prepotencia, de la humillación al contrario y de la culpa siempre la tienen los demás. De este Madrid del victimismo paranoico y conspiratorio. Y la verdad es que me da pena, porque creo que en este equipo hay jugadores que no se merecen esto.

Pero posiblemente lo que más “pena” me da es que siento verdadera admiración por el eterno rival, por el Barcelona. Porque en estos tiempos de cultura de pelotazo, grandes hermanos y generaciones ni-nis, ellos nos han enseñado el valor del trabajo y del esfuerzo, de construir un futuro trabajando desde el presente; porque en estos tiempos de menosprecio a los demás y de competencia salvaje, ellos insisten en el respeto al contrario; porque por muy grandes que sean sus logros, ellos siguen siendo humildes; porque a pesar de la cultura del éxito en la que vivimos, ellos saben que lo único importante no es ganar, sino saber levantarse después de caer; porque a pesar de que otros piensen que los éxitos los proporcionan las estrellas, ellos saben que el éxito sólo puede estar basado en el trabajo en equipo, en la motivación y en creer en uno mismo.

Por eso me alegro de que mi hijo sea del Barça, o por lo menos de este Barça, y espero que aprenda lo que ellos ya saben. Y también por eso quiero darle las gracias a Guardiola, Xavi, Iniesta, Piqué, Messi, Busquets y todos los demás jugadores como parte visible y a todos aquellos que no conocemos y que también trabajan día a día para hacer del Barça lo que es, por enseñarnos que hay otra forma de hacer las cosas, de vivir y luchar por tus sueños, y triunfar sin menospreciar a los demás. Gracias Barça, ojalá el Madrid y todos nosotros aprendiéramos de ti.