Está pasando algo maravilloso, algo increíble, algo que nos supera a todos. Reconozco signos, los almaceno y me prometo que algún día hablaré sobre ellos, pero ahora los acontecimientos se disparan, se aceleran, y no hay tiempo para pensar, no hay posibilidad de marcha atrás. Está naciendo algo que es más que la suma de todos nosotros, está naciendo una nueva conciencia global, una inteligencia holohumana. Estamos ante las primeras chispas de vida del siguiente paso de la evolución humana, de la evolución de la humanidad y espero que de la evolución de la Tierra.
¿No me creéis? Tan solo hay que mirar alrededor para darse cuenta, para notar los cambios, para ser parte de esta nueva entidad que se despereza y abre los ojos: Este domingo los primeros integrantes de este holoconciencia salieron a la calle en España para decir basta, para decir que estamos hartos de que se burlen de nosotros, de que nos tomen como productos de mercado; como piezas al servicio de una maquinaria económica destinada a enriquecer a los déspotas, empresarios despiadados, banqueros y políticos corruptos; de que se enriquezcan a costa de nuestro trabajo; de que pongan el dinero por delante de nuestra vida, nuestra felicidad, nuestros amigos, nuestros hijos. Ha llegado el momento del cambio, ha llegado el momento de la revolución, ha llegado el momento de la muerte de la democracia caduca, bipartidista y corrupta en la que vivimos. Ha llegado el momento de convertirnos en lo próximo, lo que está más allá del hombre y la sociedad, de la inteligencia individual, para integrarnos en una nueva inteligencia colectiva, en una entidad autoorganizada que toma sus propias decisiones y elimina lo que le hace daño o le estorba. Y ahora lo que estorba es la democracia representativa.
Ha llegado la hora de eliminar estas estructuras creadas por la oligarquía del liberalismo económico, surgidas tras la revolución industrial como un medio de mantenernos sometidos al poder del dinero. Ha llegado la hora de decir a los políticos que no somos niños de los que tienen que cuidar. Ha llegado la hora de demostrar que nos hemos hecho mayores como individuos y que ya hemos nacido como red social, como inteligencia global y como conciencia autónoma, autosuficiente, autoorganizada y capaz de tomar sus propias decisiones. Ha llegado la hora de destruir la democracia representativa y dar la bienvenida a la nueva democracia directa, esa en la que todos y cada uno podemos tomar parte en cada una de las decisiones, en la que cada movimiento sea transparente y sometido al escrutinio de la masa, en la que todos tenemos derecho real a dirigir nuestras vidas y a alzar nuestra voz ante las injusticias. Tenemos todas las herramientas a nuestro alcance para hacerlo realidad, hagámoslo.
Porque yo también estoy indignado.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Quiero salir con vostros. Es mi derecho.
La democracia representativa ha muerto, larga vida a la democracia directa.